Uno de los retos tecnológicos más importantes que ha superado con éxito la industria de la iluminación, es el de producir mejor calidad y cantidad de luz con un mayor ahorro de energía. Durante las últimas décadas, la adopción masiva de sistemas de iluminación LED ha revolucionado la industria y ha generado impactos positivos en la economía, en la sociedad y en el ambiente.
Por otro lado, es previsible que, durante este siglo, el mundo se aproxime a un límite en la disponibilidad de algunas materias primas vírgenes: valiosos minerales como el zinc, la plata, el oro y el cobre enfrentarán lo que virtualmente se anticipa como una escasez en sus reservas.
En este contexto, el nuevo reto para la industria de la iluminación será más complejo: deberá seguir ahorrando energía y, además, deberá hacer un uso eficiente de los materiales, incorporando nuevas capacidades, como son: restauración, actualización de componentes y reciclaje de materiales.
En suma, el desafío consiste en reducir los volúmenes de extracción y producción de materias primas. Desde ahora, algunas empresas del sector de iluminación ya estamos orientando nuestras acciones y estrategias con la mirada puesta en desarrollar las soluciones que permitan transitar hacia un mundo donde los materiales se usan de forma sostenible. Algunas de las soluciones que estamos explorando, radican en:
- Extender la vida útil de los materiales
- Crear luminarias que puedan tener más de 1 vida útil
- Diseñar luminarias que puedan actualizarse, repararse y restaurarse
- Innovar en los modelos de negocio que promuevan la desmaterialización
Si la energía ha sido el gran reto de las últimas décadas, los recursos materiales suponen el nuevo cambio de paradigma que desencadenará las innovaciones que están por venir.
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